Puede haber tres veces más estrellas en el universo conocido que el número de estrellas calculado previamente, según una nueva investigación llevada a cabo en el Centro Harvard-Smithsoniano para la Astrofísica, en Cambridge, Massachusetts. Los astrónomos han utilizado hasta ahora como referencia el número de las enanas de color marrón en nuestra propia galaxia Vía Láctea para calcular el número de estrellas en todas las demás galaxias, pero esa referencia puede no ser fiable.
Las enanas de color marrón son cuerpos pesados de masa, demasiado grandes como para ser un planeta, pero demasiado pequeños como para sostener la fusión nuclear estable de una estrella verdadera; son más grandes, pero en algunos casos son comparables con Júpiter* – simplemente tienen – pero nunca han sido “encendidas”, por así decirlo, y por lo tanto no emiten luz como estrellas verdaderas. Por esta razón, son difíciles de localizar, y su presencia debe de ser deducida mediante el efecto de su “lente” gravitacional, o al flexionar la luz momentánea de las estrellas procedente de las estrellas que están detrás de ellos (de la misma manera que la ciencia está deduciendo la presencia de planetas similares a la Tierra).
Los astrónomos han establecido con una certeza razonable que la relación proporcional entre las enanas marrón y las estrellas verdaderas en nuestra Vía Láctea es de aproximadamente 100 enanas invisibles por una estrella real, y hasta ahora, se creía que esa relación proporcional se aplicaba a todas las galaxias. Sin embargo, la Vía Láctea es una galaxia en forma de espiral, y la nueva investigación ha demostrado que en las ocho galaxias elípticas hay muchas más enanas marrón por estrella completa, en el orden de 1,000-2,000 a una. Considerando que un tercio del universo conocido se compone de galaxias elípticas, esta relación proporcional descubierta recientemente, que está extrapolada hacia fuera, nos da la nueva presunta estimación de que existen en todo el universo “al menos” tres veces más estrellas de lo que se pensó previamente.
Si esto es cierto, esta nueva plantilla también significa que las galaxias tienen una masa mucho mayor, y que se desarrollaron más temprano y más rápido de lo que el modelo estándar del Big Bang puede explicar. Si el modelo estándar no puede explicar la masa mayor, ¿qué lo puede explicar? Se nos dice en el Libro del Conocimiento: Las Claves de Enoc®, por J.J. Hurtak, Ph.D., que “”nuestro universo comenzó en una espiral” en vez de en un estado estable o de posición “Big Bang””. (Ver Clave 109).
Como los misterios de la creación parecen profundizarse en cada descubrimiento, avanzamos con la expectativa de que en última instancia, lograremos tener el “dominio del misterio”, y de que las ciencias de la Tierra serán puestas en fase con la inimaginablemente vasta y poética belleza de la creación.
*Nota: Aunque Júpiter es verdaderamente un planeta enorme con una gran masa, no se considera una enana marrón. Sin embargo, algunos astrofísicos han creído durante décadas que posee el potencial para el “estrellato” futuro, es decir, no es un cuerpo estático, sino uno muy energético, sede de muchos procesos dinámicos y que absorbe continuamente más masa de los cometas que entran y de otros desechos espaciales que atrae con su fuerte atracción gravitatoria (como es el caso del espectacular choque del cometa Zapatero Levy). Se ha especulado por Arthur C. Clarke, entre otros, que Júpiter en realidad pudo acumular en algún momento suficiente masa para ver la iniciación de un estado del reactor y convertirse en una estrella verdadera.
Imagen: Un Campo Estelar de las Leónidas (A Leonids Star Field)
Enlace para el artículo del New York Times relacionado con la nueva investigación:
www.nytimes.com/2010/12/02/science/space/02star.html?hpw