Querido Amigo,
Recientemente, el doctor Eben Alexander III, un brillante neurocirujano académico, fue reconocido por sus afirmaciones de que el cielo existe. Su publicación ‘Prueba del Cielo’ (2012), documenta su experiencia. Su corteza se había cerrado (según informes médicos, tomografías computarizadas y exámenes neurológicos) después de contraer una meningitis bacteriana rara, que se estaba comiendo su cerebro. De acuerdo al entendimiento médico del cerebro y la mente en este momento, no había posibilidad de que el Dr. Alexander tuviera incluso el más mínimo nivel de consciencia, sin embargo, sí tenía consciencia.
El Dr. Alexander siempre había sido escéptico e reacio a creer que la consciencia estaba sentada en el cerebro humano. Al igual que muchos otros científicos puros, él racionalizó las experiencias cercanas a la muerte que tuvo a partir del trauma cerebral, a una ilusión. Esta fue su realidad hasta noviembre de 2008. Había estado en coma durante siete días y cuando los médicos decidieron apagar el ventilador, él se despertó.
Más tarde contó su experiencia cósmica de estar más allá del universo y sentir el Amor intenso y la Unidad de todo. El Dr. Alexander también reportó haber tenido comunicación con inteligencias superiores más allá del lenguaje.
La Introducción a las Claves de Enoc® menciona la importancia de demostrar a los científicos que la ciencia y la espiritualidad son una. Esta experiencia más allá de la norma, ha convencido al Dr. Alexander de que lo que experimentó existe y no fue ni un sueño ni una visión. Él nos dice en su libro Prueba del Cielo:
- “Un sonido, enorme y resonante como un canto glorioso, descendió de arriba […] Los sentidos de la vista y del oído no estaban separados en este lugar donde estaba ahora. Podía oír la belleza visual de los cuerpos plateados de los seres centelleantes de arriba y podía ver la perfección gozosa que surgía de lo que cantaban”.
- Ver los sonidos y oír el color se conoce como sinestesia. Esta es una percepción de las sensaciones de manera referencial cruzada, asociada a los mundos espirituales superiores, como se documenta en Éxodo 20:18.
- Las Claves de Enoc® detallan más esto en la Clave 2-0-7 como una descripción del Lenguaje de Luz: 44 De esta manera, a medida que el alma evoluciona desde la Tierra a través de muchas dimensiones espaciales, cambia su lenguaje de vibraciones sonoras a un Lenguaje de Luz, que opera en una frecuencia superior de Luz. Y esta clave se cumple cuando se le da al hombre el lenguaje de instrucción necesario para llevarlo a través del Alfa y la Omega desde el Séptimo Rayo de Creación de Luz hasta el Octavo Rayo, que representa la apertura de las puertas de los Nuevos Cielos.
Lo que el Dr. Alexander oyó y vio nos da una comprensión de lo que experimentaremos en los mundos superiores como el Lenguaje de Luz. No son ángeles tocando trompetas, sino vibraciones de audición y participación en un mecanismo de codificación superior, un movimiento de armonía que está más allá incluso de lo que se conoce como la “música de las esferas”. Estas vibraciones son parte de la Luz mayor que crea y sostiene a la Vida.
El canto está asociado al himno del Kodoish, que es el código revelado que existe en los mundos superiores y en cada parte de la Creación – es la clave de la sinfonía de la Vida. En la clave 3-0-5: 32, se nos habla del gozo de este canto que explota en una canción alrededor del trono. Además, aprendemos que el “canto de gozo” no es una canción para el oído audible, sino para el oído espiritual interno. Esta música celestial es batida también por una amplia gama de colores. En los reinos celestiales, este es el himno de la jerarquía celestial en servicio a la Creación Divina.
With Love and Blessings,