El Misterioso Evangelio Perdido de Judas: ¿Hecho o Ficción de Co-Redención?
Copyright © 2006 por J.J. Hurtak, Ph.D., Ph.D.
El relato secreto de la revelación de la que Jesús habló en conversaciones con Judas Iscariote durante una semana tres días antes de que él celebrara la Pascua.
Jesús le dijo: “Apártate de los otros y te hablaré acerca de los misterios del Reino. Es posible que tú los alcances, pero llorarás mucho” —El Evangelio de Judas
El provocativo comunicado de la prensa mundial (abril 2006) sobre los temas que se encontraron al recuperar el Evangelio de Judas (Iscariote) que estaba perdido, era algo esperado por los que han estado trabajando con los textos Coptos perdidos desde hace treinta años o más. El Evangelio recientemente volvió a ver la luz en Nueva York en Febrero del 2006, pero fue originalmente descubierto a la orilla del Río Nilo cerca de la ciudad de El-Minya, como a 120 kilómetros al sur del Cairo, en 1970. Coincide con el volumen del corpus de Nag Hammadi que ha sido lentamente publicado por eruditos de Berlín (1950), la UNESCO, y el Instituto de Antigüedades Cristianas de California, que alude a dichos y obras controversiales sobre la vida de Jesús el Cristo y sus discípulos.
La gran agudeza de Marvin Meyers y otros eruditos modernos nos revela que el Evangelio de Judas es un documento que va en contra de las enseñanzas de los Evangelios Sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) y del Evangelio de Juan, los únicos evangelios que forman parte del Canon tradicional. Aunque recientemente resurgiera, los eruditos que revisaron por primera vez el documento se dieron cuenta de que habían descubierto un importantísimo Evangelio perdido del tercer siglo atribuido a Judas Iscariote. Eran conscientes del gran descubrimiento que tenían en sus manos, posiblemente de importancia abrumadora: es un documento que vuelve a evaluar las partes finales de los Evangelios ortodoxos del Nuevo Testamento sobre la pasión, muerte y resurrección de Cristo. La conclusión es que Judas, con antelación, estuvo al tanto de su papel en la historia de la crucifixión como parte de una enseñanza interna que Jesús había compartido de manera exclusiva con él respecto al rol cósmico de su nacimiento y muerte (de Jesús) de acuerdo a la Divina Providencia. El atribuirle el nombre de “Judas” a un evangelio Copto cientos de años después del evento histórico no es inconsistente en la tradición de la sabiduría Egipcia y Kabalista Judía en la que los escritores no firman las obras con sus nombres sino que usan el nombre de un sabio o mensajero por respeto a la grandiosa tradición de enseñanzas.
Acabo de regresar de un proyecto cerca de Nag Hammadi, escenario del más grande descubrimiento de documentos posteriores al Nuevo Testamento en 1945, más de 54 textos Cristianos antiguos, y que está rodeado por sitios arqueológicos y excavaciones hasta el día de hoy. Nag Hammadi está en el valle del Alto Nilo, en la rivera este del río, aproximadamente a treinta kilómetros al sur de Abydos, donde algunos de los más grandes templos del mundo antiguo honran a Osiris, el dios en la cosmología Egipcia que muere y nace. Fue aquí donde los escritores y estudiosos Coptos del segundo y tercer siglo DC trabajaron con cuestionamientos teológicos, psicológicos y cosmológicos sobre la vida y la muerte de Jesús de Nazareth en un área que se extiende al norte de Panopolis (“Ciudad Global”), la capital del distrito Egipcio. La cantidad de monasterios y ruinas de templos marcan la agitada vida intelectual del período anterior y de una Cristiandad prolífica que no era ni Europea Oriental ni Occidental sino únicamente Egipcio-Africana. En esta área de influencia que se extendía desde Egipto hasta Etiopía se han encontrado, como lo hizo el gran explorador James Bruce en el siglo dieciocho, algunas de las más grandes obras perdidas del período Inter-testamentario y posterior al Nuevo-testamento que muchos de los padres Africanos de la iglesia temprana consideraron canónicas y dignas de ser estudiadas.
Hay algunas variaciones inconfundibles de hechos entre el Evangelio de Judas perdido y los cuatro evangelios canónicos. Algunos de los más importantes que el lector notará son los que siguen:
1) Judas tiene un papel mucho más cercano a Jesús como parte de un discipulado interno.
2) Jesús sabía que la importancia de su muerte requería de actores humanos para realizar el drama cósmico y que Judas era clave para ese evento de muerte donde Jesús cambiaría su manto de carne por un cuerpo de luz.
3) El uso de terminología esotérica o mística tal como “Barbelo” y “Sophia” es clave para el lenguaje de otros textos Coptos que explican la verdadera naturaleza del misterio de la muerte y resurrección de Cristo.
4) La verdadera oposición tras bambalinas a las enseñanzas de Jesús no era de las autoridades políticas y religiosas Romanas y Judías sino de las jerarquías angélicas caídas dirigidas por Yaldabaoth y otros que usaron a los sistemas humanos como peones.
5) Hay una difusa distinción entre la Sophia caída representada en el Evangelio de Judas y el principio femenino de sabiduría superior en el Antiguo Testamento Griego y la Cristiandad Mística en Egipto que afirma la naturaleza positiva de Sophia.
6) Además a Saklas, una inteligencia maestra negativa en el cosmos más grandioso, se le considera el creador de Adán y Eva.
7) Tanto el Nuevo Testamento como los Documentos Cristianos genuinos de Nag Hammadi enfatizan que María Magdalena, Juan y Pedro fueron los discípulos más cercanos de Jesús. Los elementos críticos de la historia completa de Jesús en la cruz, p. ej. la realidad de la resurrección posterior a la crucifixión – las “buenas nuevas” de los “Evangelios”- se deja fuera de la historia.
8) Es también interesante notar que a diferencia de otros documentos Coptos que reconocen la importancia asignada a María Magdalena, no se hace mención alguna de su papel o de nuestras predecesoras de la Cruz. Podría ser porque este relato tiende a darle una mayor responsabilidad a la crucifixión con miras a un Plan Divino superior de redención humana. El Evangelio de Judas enfatiza que la Mente Divina que opera a través de Cristo ha designado previamente a uno, Judas Iscariote, aliviando de algún modo a los Romanos y a los Judíos por su participación en el evento histórico celebrado en Pascua alrededor del mundo.
Los estudiosos y lectores escépticos y los de mente abierta deben hacer una distinción entre los textos Gnósticos Cristianos “kosher” (n. de t. apropiado, correcto) genuinos que aceptan la muerte y resurrección de Cristo dentro del rol del Padre Divino (YHWH) y las tradiciones místicas de los escritos del Antiguo y Nuevo Testamento. En resumen, los Gnósticos Cristianos genuinos no eran anti-Semitas e incluían a los grandes padres Africanos de la iglesia, Clemente de Alejandría y al gran estudioso de la Iglesia temprana, Origen.
Mientras que, en general, la historia del juicio y la crucifixión que se revela en el Evangelio de Judas se apega a la de los evangelios canónicos, en detalle es muy diferente. El Evangelio de Judas no abarca la naturaleza genuina de los más sensatos documentos Coptos “Cristianos” y atenúa el papel de los otros discípulos y del trabajo del Oficio del Cristo (Hebreos, capítulo 8) que Jesús vino a cumplir sin la necesidad de una intriga maestro-sirviente específica. Se recomienda que los lectores interesados lean el corpus de textos / documentos del Pistis Sophia (cinco volúmenes) que mi esposa y yo tradujimos de los textos Coptos originales y que publicamos a través de La Academia Para La Ciencia Futura. Aquí el papel de la Trinidad de Trinidades, el Nombre Inefable, y de Jesús después de la resurrección de acuerdo a los escritos compilados de los discípulos de los discípulos en Egipto, se exploran en gran detalle.
Para los que quieran una descripción más detallada con comentarios a algunos de los textos e ideas Gnósticas, por favor, lean el Pistis Sophia: Texto y Comentario y entenderán la fe y la sabiduría superiores que revelaron los antiguos Cristianos que vivían en Egipto.
J.J. Hurtak. autor de Gnosticismo: Misterio de Misterios , y traductor y expositor junto con su esposa Desiree de Pistis Sophia: Texto y Comentario, estudió textos Coptos en Egipto y fue consultor de un proyecto arqueológico que utilizó GPR (Radar de Penetración del Suelo) para localizar la tumba de Osiris en Egipto en 1997.
Para más información:
el evangelio perdido, documento*
http://www9.nationalgeographic.com/lostgospel/document.html
el evangelio perdido, el Evangelio de Judas*
http://www9.nationalgeographic.com/lostgospel/_pdf/GospelofJudas.pdf
el evangelio perdido, el Evangelio Copto de Judas* Para más información: http://www.nationalgeographic.com/lostgospel/
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