Querido Lector,
El redescubrimiento de nuestro “verdadero origen” está en el matrimonio auténtico entre la “historia de la vida” pasada y presente, y la trayectoria de la “historia futura” de la humanidad.
El redescubrimiento del origen de la humanidad moderna es visto por la mayoría en base a una serie de descubrimientos de los fragmentos antiguos del proto Homo erectus llamado “Toumai”, que habitaba el lago Chad (hace siete millones de años, aproximadamente); tradicionalmente existe otro descubrimiento hecho por la familia Leakeys, una familia de antropólogos, de fragmentos encontrados en el lago Rudolf, en la Tanganyika antigua (que existió hace 1.7 millones de años, aproximadamente); y el más reciente, es el Homo floresiensis descubierto en la isla de Flores, en Indonesia (que existió entre 18,000 a 800,000 años atrás). Yo recibí algunas de las imágenes originales en 1969 directamente de Mary Leakey, sobre su hallazgo.
En este número de la revista, Barbara Epstein y Roger Palmer, los investigadores de la Academia en Suráfrica, exploran las actualizaciones que se han hecho a través de las recientes evidencias, incluyendo nuestro trabajo en la Cuna histórica de la Humanidad, que se encuentra próxima al Centro de la Academia que está cerca de Johannesburgo. La imagen auténtica de la evolución humana en África es claramente el gancho que une a otras masas de tierra continentales como una parte del centro del antiguo supercontinente llamado “Gondwana”.
Lo más interesante es la evidencia en Sudáfrica de una de las huellas más grandes jamás registradas cerca de los 31 grados de longitud este (que valida a la lámina 15 de Las Claves de Enoc®).
Desafortunadamente, muy pocos antropólogos y arqueólogos están conscientes de que más allá de las especies homínidas sobre el planeta, existen antiguos registros por escrito sobre los ‘gigantes’ que han sido encontrados en todo el mundo. En la historia de Occidente, el Libro de Enoc me viene a la mente – un libro escrito en etíope antiguo que fue encontrado por el señor James Bruce en el siglo 18 después de siglos de entierro. Los capítulos 7, 15 y 16 del Libro de Enoc dan una historia detallada sobre los “gigantes” y dice que son la descendencia de los caídos que se casaron con las hijas de la humanidad produciendo una raza de gigantes que destruyeron a los animales, se bebieron la sangre de la humanidad y provocaron mucha destrucción al medio ambiente. Esto fue tan devastador que un clamor se elevó desde la tierra a los reinos arcangélicos de los cielos y a su vez, los arcángeles Miguel y Gabriel intervinieron y rescataron a los jutos restantes de la tierra, destruyendo a los gigantes.
Hoy sabemos que el material de Enoc fue sintetizado y resintetizado a partir de aproximadamente el año 134 a. e. c. (antres de la era común) hasta bien entrado en siglo primero d. e. c. (después de la era común), por los escritores piadosos de diversas comunidades como los Pactadores (Covenanters) de Qumran y las ramas de las comunidades judías ortodoxas (ver el último esquema de Las Claves de Enoc®). Es hasta el día de hoy que estamos empezando a entender los detalles más finos, a saber, que los escribas y los colectores de ésta la más antigua sabiduría y tradición antropológica, fueron los que entendieron la realidad y la explotación de los Nefilim (gigantes), y que la victoria de la verdadera jerarquía conecta a la historia de la humanidad con la Casa de las Muchas Moradas.
— J.J. Hurtak, Ph.D., Ph.D
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