Querido Lector,
En este siglo, hemos llevado el modelo mecanístico-mecánico del universo casi tan lejos como puede llegar. Sin duda, hemos progresado tecnológicamente, pero ¿verdaderamente hemos desarrollado de algún modo nuestro pensamiento? Y lo que hemos adquirido ¿es sustentable? Nuestras armas poderosas traen a la mente textos históricos antiguos con descripciones del arma de Brahma, y de la prosa de la mitología con esa manera de hablar fluida y libre, pero que contiene formas-pensamiento de destrucción masiva ilimitada.
No obstante, a medida que nos aproximamos al milenio, también estamos tomando parte en el surgimiento de una manera diferente de pensar, en la cual la Tierra está comenzando a ser entendida como un organismo holístico, en vez de como un cuerpo mecánico. Este organismo viviente, tiene una sensibilidad que le permite mantener una amplia diversidad de vida y estamos aprendiendo que la abundancia que creamos a partir de él, necesita ser compartida razonablemente. Al hacernos conscientes de la sensibilidad de nuestra biosfera, nos estamos preparando simultáneamente, para sensibilizarnos a otras formas de vida, tanto visibles como invisibles, ya que estamos haciendo conciencia de que todos estamos interconectados, no en el sentido de la disolución, sino en el sentido de la participación en el Infinito. Finalmente, hemos de vernos como la nueva evolución, fusionados no sólo con el planeta Tierra sino con el Cosmos, como una supernaturaleza viviente y como la Logos (Palabra) de toda Vida. Los que creen que la ascensión es el destino de la raza humana, tienen la obligación de promover métodos y programas, que habrán de fomentar el aceleramiento de la transformación de la humanidad hacia una nueva conciencia cósmica.
El “alma liberada”, después de todo, obedece, sin coerción, a las leyes del Conocimiento con un gran Amor y con el Gozo de comprender la Unidad indivisible. Las “Estaciones de la Cruz” (Via Crucis) están ahí para recordarnos acerca de las verdades supremas en nuestras vidas, mientras viajamos hacia esa Supernaturaleza Divina. Ya sea que busquemos la verdad dentro del Cristianismo esotérico, dentro de la Cábala autorrealizada o dentro del misticismo Oriental, si continuamos la búsqueda, descubriremos cómo desarrollar esa alma pura, que no puede ser confinada por las costumbres y las características triviales de la vida humana mundana. El alma ya no puede seguir reglas limitadas o llevar a cabo acciones para dar cabida a las dualidades de la naturaleza inferior, que pueden causar que cambie su recorrido de vida. En vez de eso, el alma debe de llegar a estar consciente de su Esencia Divina y aprender a trabajar dentro de las nuevas percepciones de experiencia. Esta es la jornada del alma preparándose para su propia ascensión, la que finalmente debe de tener lugar a causa de la unidad absoluta dentro de la creación. Y si bien esta Experiencia Divina constituye el paso decisivo, no es el último lugar de descanso del alma en lo que Cristo llamó la Casa de Muchas Moradas del Padre.
— J.J. Hurtak, Ph.D., Ph.D.
Al hacer su pedido por favor agregue la fecha del artículo que está pidiendo, por ejemplo: Primavera 2012, escríbala al final de la compra en el área del comentario, para segurarse de recibir el artículo que quiere.