Querido Lector,
En la matriz de los templos existe un verdadero arte de la música codificado en el diseño de la acústica resonante que ilumina el alma. Un área especial en donde estos templos se pueden encontrar es en la región de Yucatán-Petén. En la época contemporánea, un número de intentos se han realizado para diseñar cámaras de sonido y recintos de acústica variable que podrían ayudar al despliegue del sonido. Por lo general, es el “tiempo de la reverberación” el que varía al cambiar la cantidad de absorción de energía dentro de las habitaciones.
Los creadores de los templos antiguos eran tan sofisticados como los ingenieros de sonido modernos e incorporaron la generación de vibraciones musicales en la estructura misma de las habitaciones, que intensificaron las energías latentes del alma. Una de las técnicas era el uso de ciertas piedras que tenían una alta naturaleza reflectora, mientras que otra técnica eran las paredes conectadas con los caminos que podrían estar conectados con el muro adyacente de los complejos permitiendo a uno de los lados tener un alto coeficiente de absorción y al otro uno bajo. Otro método utilizado para mejorar la música en el templo era incorporar a múltiples cantantes para añadir resonancia a través de las voces y de los dispositivos de sonido. Para ser sinérgico, las voces se convertían en un “muro vibratorio” actuando como un panel absorbente o reflector. También se añadían pequeñas aberturas en las paredes o “cortinas” para cambiar los índices de absorción del sonido y producir un cambio notable en las ondas escalares.
Mediante el uso de instrumentos de medición sofisticados, podemos medir diferentes niveles vibratorios y las variaciones en la acústica para determinar la reverberación intensificada por medios electrónicos. La mayoría de las cámaras importantes de los templos que probamos en Yucatán resultaron ser, en efecto, generadores funcionales de un profundo paisaje sonoro que, activado, envolvió los templos con los niveles de sonido aumentados. Además, descubrimos que no era sólo en el diseño de las cámaras interiores de los templos o en las pirámides, sino también en el campo libre de puerta abierta el ‘espacio sagrado’, en los cuadrángulos, en las plazas y en los patios abiertos del templo.
Sin embargo, de los muchos centros vórtice de sonido que probamos, Tikal, Guatemala, se destaca como revelador. ‘Tikal’, cuyo nombre antiguo significa “ciudad de sonido o ciudad de las voces”, es un recuerdo vivo de los templos que activan tanto el poder de la música de las esferas como el poder “del alma” más allá de lo que puede ser escuchado con los oídos físicos. Las ondas de luz explotaron sobre nuestras cabezas cuando llevamos a cabo experimentos en el templo núm. 2 en 1981 con la Fundación Henry Belk. Sonidos parafísicos y estallidos de luz reales se consiguieron varias veces desde una fuente parafísica.
Cuanto más tiempo pase una persona en las pirámides y en los templos sagrados más llegará a estar en sintonía con la música ambiental del espacio sagrado. Mientras que al co-participar en los ritmos poderosos, la mente experimenta otras vibraciones musicales al trabajar con los aspectos del cuerpo alma-espíritu. Por lo tanto, de acuerdo con los pitagóricos, uno llega tanto a familiarizarse con el mundo parafísico de los arquitectos maestros como a ajustarse a las energías de la conciencia creativa. Por medio de los templos sagrados, los sonidos reverberantes se intensifican a medida que nos acercamos más a la música de las esferas y ¡descubrimos que la Casa de Muchas Moradas del Padre tiene sus respectivas cámaras musicales en la Tierra!
— J.J. Hurtak, Ph.D., Ph.D.
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