Querido Lector,
En estos días, se ve con más frecuencia que el éxito de un proyecto de rescate ante los desastres no se mide solo por el número de personas salvadas del impacto inmediato sino por los métodos que se utilizan para ayudarlas a estar seguras y proveídas ante las secuelas de la catástrofe. En el caso de Haití, el caos se agravó porque un gran número de embarcaciones estaban cerradas o bloqueadas debido a los problemas de control del tráfico en los puertos marítimos.
Sin duda las lecciones de la ayuda alimentaria que se envío a través de las potencias extranjeras a la zona de guerra en Bosnia, en 1992 y a Afganistán, 10 años después, ¡simplemente se olvidaron! Mientras que miles de personas estaban a la espera de suministros en Haití, los lanzamientos desde el aire volando a una altura baja sobre las poblaciones aisladas pudo haber creado una línea de vida aérea para proveer de alimento y suministros a las personas en los campos abiertos.
Los lanzamientos aéreos de alimento, de botellas plásticas de agua y de pequeños artículos de alimento (como barras de emergencia) que fueron lanzados a alturas bajas como de 3,000 pies, resistieron el impacto de un techo bajo que se cayó, pero pudieron proveer a la gente en la mayoría de las áreas de recolección.
Las diferencias entre Chile y Haití son claras. En tanto que Haití tuvo más víctimas, Chile tuvo un terremoto mucho más severo, cuatrocientas veces más potente. ¿En dónde está la diferencia? Yo sugiero que no se trata de contar simplemente con técnicas de construcción avanzada, sino de contar con un grado de preparación de la gente para enfrentar un desastre.
Se está volviendo más evidente que estamos viviendo en tiempos no normales. De hecho, podemos estar entrando a un momento de inmenso cambio planetario tal como lo han predicho Las Claves de Enoc®. El cambio climático puede no ser el único factor que tenemos que enfrentar; la presión dentro de la tierra misma, sobre todo en el área del Anillo de Fuego, parece estar saliendo hacia adelante. Los científicos están divulgando una nueva evidencia sobre los cambios climáticos gruesos que ocurrieron hace 14,500 años; y el hecho de que las zonas tropicales una vez tuvieron nieve y glaciares también indica que no podemos suponer por más tiempo que existe un clima estable continuo, ni una tierra estable.
¿Esto significa que deberíamos de mudarnos a una cueva en algún lugar y esperar los cambios? No, eso significaría que estamos pensando solo en nosotros mismos y hemos fallado a nuestras asignaciones de ayudar a la humanidad. Necesitamos soluciones que puedan ayudar no solo a nosotros sino a los otros, y prepararnos tanto para un paseo suave como para los cambios mayores.
Las ONG (Organizaciones no gubernamentales) ya están ayudando en donde los gobiernos han fallado. Tienen la capacidad de crear flujos de datos en el sitio que pueden tanto ayudar como monitorear los acontecimientos y generalmente tienen una red de proveedores y voluntarios tangibles y disponibles de manera rápida. En conjunto, las ONG y las instituciones no gubernamentales relacionadas parecen ser los mejores jugadores en el campo, ya sean los Doctores Sin Fronteras, como los doctores aéreos que hacen gotas para ayudar a auxiliar y mucho más. Tú y yo, todos necesitamos regresar a trabajar en el anteproyecto total de sanar a la Madre Tierra. Teniendo en cuenta los terremotos en todo el mundo, es importante que cada persona tenga activado su propio instinto de alerta con anticipación para moverse a un terreno más alto. No obstante, debemos de darnos cuenta también de que ¡estamos viviendo en una Casa de Muchas Moradas!
— J.J. Hurtak, Ph.D., Ph.D.
Al hacer su pedido por favor agregue la fecha del artículo que está pidiendo, por ejemplo: Primavera 2012, escríbala al final de la compra en el área del comentario, para segurarse de recibir el artículo que quiere.