Querido Lector,
Si alguna vez Japón se dejó tentar por la idea de que su economía era una macroversión de la inmejorable estrategia económica asociada a la innovación técnica, a la calidad y al crecimiento poderoso del país a partir de la devastación de la Segunda Guerra Mundial. Ahora, Japón debe de hacerlo nuevamente al tiempo que se da cuenta de su ingenio como un país insular separado del petróleo y el primer país en sobrevivir las horrendas consecuencias de la destrucción nuclear. Japón se enfrenta a una elección que todas las naciones del mundo enfrentan en la importante cuestión de los futuros de energía. Es un buen indicador tomar una nueva dirección para un país industrial poderoso que no se quiere arriesgar.
Las Claves de Enoc® hablan de “la violación y la destrucción de la atmósfera del hombre… sobre todo a través del mal uso de la energía nuclear” (Clave 118:3). Sin embargo, la historia real está en el cambio de la conciencia que es necesario si hemos de movernos hacia un diferente tipo de ciencia y de tecnología que estén en armonía con la naturaleza. Si Japón es la muestra y el barómetro de la vieja industria nuclear del mundo, al colocar reactores a lo largo de las localidades geográficas inseguras, el significado real de este acontecimiento para todos nosotros es trabajar por la protección de nuestro hábitat humano y nutrir un respeto mayor por la “fusión” en la complejidad de la Vida. Necesitamos una ciencia orientada al humano, no orientada al objeto, conformada por el despliegue de la conciencia que es el significado de la ciencia futura. Necesitamos una ética global en la dinámica de flujo de los límites de la conciencia que ve la integración de los valores humanos y el respeto por todas las formas de vida.
Ahora es el momento de que el Fénix verde se levante. En mis conversaciones con los científicos japoneses principales, es evidente que el país que trajo a Estados Unidos las innovaciones del automóvil como el “carro verde”, no sería obstaculizado por la falta de visión, sin importar el clima político. De manera no sorprendente, la tecnología revolucionaria que hace uso de la energía del vacío, la levitación no química y los prototipos de la conversión mecánica a eléctrica son muy prometedores para el futuro si los riesgos nucleares se frenan ahora.
El liderazgo en Tokyo y el mundo necesitan reconocer que esta crisis nuclear no es un acontecimiento que esté sucediendo en una parte distante del mundo. A menos que los líderes de todos lados vayan a trabajar, las esperanzas económicas de Japón se apagarán junto con las luces neón alrededor de los países del Pacífico. Japón puede ser el primer país real en despertar, moverse hacia la energía renovable y empezar a desarrollar tecnologías nuevas y accesibles, asociadas a los motores electromagnéticos y al combustible de hidrógeno-oxígeno. Parece que somos los únicos que observamos estos acontecimientos; hubo un conteo de objetos de luz poco usuales, de fuentes desconocidas, sobre las plantas de Fukushima poco después del desastre. Luces Mayores aparecerán finalmente sobre el cielo conforme el mundo comience a moverse hacia una fuente de súper energía para que podamos ser preparados para las muchas culturas cósmicas dentro de la Casa de Muchas Moradas.
— J.J. Hurtak, Ph.D., Ph.D
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