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La piedra Los Lunas (localizada a unos pocos kilómetros de la pequeña ciudad de Los Lunas, Nuevo México) es un testigo de lo que muchos estudiosos consideran el primer “mapa estelar” y “testimonio religioso” que conecta al Viejo Mundo con el Nuevo Mundo. De acuerdo con el finado Dr. Cyrus Gordon, profesor de las Universidades Brandeis y Harvard, la piedra auténticamente da una fecha equivalente a Septiembre 15, 107 AEC, en una versión paleo-Canaanita o de “antigua” escritura Hebrea. La ortografía y el equilibrio estético de las letras sugiere el trabajo de estudiosos “desconocidos” que estaban al tanto de los Diez Mandamientos tradicionales, reconocidos en el período del pre-Nuevo Testamento, gente especial que tenían alguna razón para “delimitar” esta área en relación a Tierra Santa, o que fueron inspirados para dejar evidencia de Israel en el Nuevo Mundo.
Otros lingüistas eruditos como el Dr. James Harris (antiguamente de BYU) son de la opinión de que la piedra está conectada con el trabajo de artesanos Israelitas que pudieron llegar al área de Nuevo México en una fecha tan temprana como 400 AEC, siendo parte de la gran diáspora que reubicó a las legendarias “Diez Tribus Perdidas de Israel” en varias partes del mundo. Esto ocurrió desde el tiempo de la destrucción del Primer Templo hasta el comienzo del período inter testamentario.
Aún, otros historiadores reconocen que los navegantes y la lingüística Fenicia pudieron haber tenido una fuerte influencia en los creadores de la inscripción. Los Fenicios fueron la fuente erudita tanto de la antigua ortografía Hebrea como Griega y fueron “los padres de la fonética “usada en la actualización de muchos lenguajes importantes que luego se dispersaron a centros de comercio en desarrollo por medio de su impresionante sistema de navegación.
La mayoría de los antropólogos creen que la piedra muestra los Diez Mandamientos en paleo-Canaanita, o antigua escritura Hebrea y que la hicieron o rabinos estudiosos o cartógrafos instruidos por autoridades rabínicas que tuvieron que dejar Portugal o España en el siglo XVI. No sería extraño que delimitaran el “borde” del Imperio del Nuevo Mundo con ancestrales palabras de la Providencia y el poder de Dios ya que el Nuevo Mundo fue dividido entre España y Portugal. Los mandamientos, en este contexto, representan un tipo de “mezzuzah” que fue dejada en uno de los portales de los montículos ya que el suelo o territorio oficial del nuevo imperio era estacado para que todos lo reconocieran. De hecho, la casa del primer gobernador construida en Norteamérica estaba cerca de Santa Fe.
Finalmente, a pesar del impresionante buen estado de la antigua inscripción, debe hacerse notar que se localiza exactamente en una de las importantes áreas sagradas mencionadas en El Libro del Conocimiento: Las Claves de Enoc® (Clave 105). Es claro que las antiguas áreas sagradas que ahora están siendo encontradas forman un cierto tipo de evidencia en las montañas y en los desiertos (Clave 215) o, para usar el lenguaje de David, en “los confines de la tierra” – que marcan los lugares sagrados para la reunión de las tribus perdidas de Israel (la humanidad espiritual) – en un tiempo de cambio planetario y visitaciones Mesiánicas. Que estemos preparados para entender cómo los Nombres de Dios fueron diseminados a lo largo del mundo como testimonios de una cosmología superior aceptada por diversas culturas que también declaran tener un origen superior.
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